En México, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) clasifica a las empresas de acuerdo la clase de riesgo laboral de sus actividades. Esta clasificación es importante no solo para determinar las aportaciones patronales al IMSS, también para establecer la cobertura de seguridad social de los empleados en caso de accidentes o enfermedades laborales. Los niveles de riesgo son determinantes en el cálculo de la prima de riesgo que las empresas deben pagar cada año.
En este artículo, te explicaremos qué es una clase de riesgo IMSS, cómo se determina, qué implicaciones tiene para tu empresa y cómo puede afectar tanto el costo de tus aportaciones como la seguridad y bienestar de tus colaboradores. Además, abordaremos cómo se clasifica para las empresas de acuerdo al sector y actividad.
¿Qué son las clases de riesgo IMSS y cómo se determinan?
Los niveles de riesgo del IMSS son categorías que se asignan a las empresas en función de la peligrosidad de las actividades laborales que realizan. El IMSS las clasifica en cinco clases: la Clase I (riesgo mínimo) hasta la Clase V (riesgo máximo). Esta clasificación tiene un impacto directo en el porcentaje de prima de riesgo que la empresa debe pagar para cubrir los accidentes y enfermedades laborales de sus trabajadores.
La asignación de los riesgos depende de diversos factores, como:
- Actividad económica
- Tipo de maquinaria utilizada
- Procedimientos industriales aplicados
- Historial de siniestralidad de la empresa
¿A qué clase de riesgo corresponde según el IMSS?
- Clase I – Riesgo mínimo: Actividades que presentan un riesgo bajo para los empleados. Las principales industrias en esta clase son oficinas administrativas, servicios profesionales y algunos comercios que no requieren el uso de maquinaria pesada ni la manipulación de sustancias peligrosas.
- Clase II – Riesgo bajo: Actividades como la venta al por menor, oficinas de consultoría, algunas empresas de transporte y trabajos que no implican riesgo físico significativo, pero sí pueden requerir contacto con herramientas o equipos ligeros.
- Clase III – Riesgo medio: Empresas dedicadas a la manufactura ligera, trabajos en fábricas con maquinaria no pesada o procesos industriales básicos. Aquí ya se requiere una gestión más estricta de seguridad ocupacional.
- Clase IV – Riesgo alto: Actividades con riesgos laborales más elevados, como la construcción, la minería o la manufactura de productos químicos. Estas actividades necesitan mayores medidas de seguridad y prevención debido a la exposición constante de los empleados a peligros.
- Clase V – Riesgo máximo: Se asigna a actividades que implican un alto riesgo continuo, como la industria petrolera, plataformas offshore, minería subterránea, entre otros trabajos en los que los empleados están expuestos a riesgos extremos y condiciones peligrosas.
Factores que influyen en la clasificación del IMSS
- Tipo de actividad: el IMSS tiene un catálogo de actividades económicas que clasifica de acuerdo el riesgo de las operaciones.
- Equipos y herramientas utilizadas: el uso de maquinaria pesada, equipos peligrosos o sustancias tóxicas aumenta el nivel de riesgo.
- Historial de siniestralidad: si la empresa tiene un historial elevado de accidentes o enfermedades laborales, podría ser asignada a una clase de riesgo superior.
La clasificación debe realizarse al momento de registrar la empresa ante el IMSS, pero también puede actualizarse si la actividad o los niveles de riesgo cambian.
¿A qué clase de riesgo corresponde tu industria?
Cada industria tiene un nivel de riesgo diferente de acuerdo a las actividades que realiza. A continuación, te mostramos a qué clase de riesgo corresponde cada una de las principales industrias, aunque es importante recordar que el IMSS hace la clasificación final con base en varios factores específicos de la empresa.
Servicios (olding, Fintech, Automatización, Salud administrativa, back office)
Las empresas que operan en estos sectores, que mayoritariamente trabajan en oficinas, con equipos informáticos y sin exposición a maquinaria pesada ni sustancias peligrosas, suelen pertenecer a Clase I (riesgo mínimo) o Clase II (riesgo bajo).
Industria y manufactura
Las empresas del sector industrial que utilizan maquinaria pesada o realizan procesos que implican riesgos mecánicos o químicos suelen estar clasificadas en Clase III (riesgo medio), Clase IV (riesgo alto) o incluso Clase V (riesgo máximo).
Retail, servicios en campo y sucursales
Las empresas de retail o e-commerce, que incluyen cadenas de tiendas, sucursales y franquicias, pueden clasificarse en Clase II (riesgo bajo) o Clase III (riesgo medio) dependiendo de la naturaleza de las actividades y el tipo de trabajo que realicen sus empleados. Aquellos que laboran en el campo o en contacto con maquinaria ligera tienen más probabilidades de estar en una clase de riesgo alta.
Salud
Las instituciones de salud como hospitales, clínicas y consultorios médicos pueden clasificarse en Clase III (riesgo medio) o Clase IV (riesgo alto) dependiendo de los procedimientos realizados. La exposición a enfermedades y la manipulación de sustancias biológicas o peligrosas aumenta el nivel de riesgo.
¿Por qué es importante conocer los niveles de riesgo de tu empresa?
La clase de riesgo IMSS tiene un impacto directo en las aportaciones patronales al seguro social, lo que influye en el costo operativo de la empresa. Además, conocer la clase de riesgo te permitirá implementar estrategias de prevención de riesgos laborales y cumplir con las normativas de seguridad ocupacional.
- Costos adicionales: una clasificación incorrecta o no actualizada podría hacer que pagues más de lo necesario en primas de seguro de riesgos laborales.
- Cumplimiento de normativas: al conocer la clase de riesgo, puedes asegurarte de cumplir con las normas de seguridad laboral requeridas por el IMSS.
- Prevención de accidentes: identificar los riesgos específicos en tu industria te permitirá implementar mejores prácticas y protocolos de seguridad, protegiendo a tus empleados y reduciendo la probabilidad de accidentes.
Preguntas frecuentes sobre excedencia laboral
¿Cómo funciona la excedencia laboral?
La excedencia laboral en México no está regulada como un derecho general por la ley, por lo que depende del acuerdo entre el empleador y el empleado. Generalmente, la solicitud de excedencia se otorga como permiso no remunerado, pero no garantiza la reserva del puesto ni los beneficios laborales.
¿Qué pierdes con una excedencia?
Generalmente, con una excedencia se pierde el salario, las prestaciones, la cotización al IMSS y la antigüedad laboral. Estos beneficios pueden ser acordados entre las partes si se negocian antes de solicitar la pausa.
¿Qué es mejor, pedir excedencia o baja voluntaria?
- Excedencia: Es una pausa temporal, pero no implica la terminación del contrato ni la pérdida de todos los derechos laborales.
- Baja voluntaria: Implica la terminación del contrato y la renuncia a todos los derechos laborales, como la antigüedad o las prestaciones.
¿Cuánto tiempo dura una excedencia en el trabajo?
La duración de una excedencia depende del acuerdo entre el trabajador y la empresa. No existe un límite legal establecido en México, por lo que debe ser negociado de manera individual.
Gestiona todo sobre tu clase de riesgo con Factorial
Estas clases son un factor clave para cualquier empresa en México: define costos, obligaciones, riesgos y cobertura de seguridad social. Conocerla, clasificarla de manera correcta y mantener un buen control de siniestralidad puede marcar la diferencia entre operar de forma eficiente o enfrentar sobrecostos y sanciones.
Para las empresas modernas, especialmente aquellas con equipos grandes, operaciones industriales, manufactura o actividades de riesgo, contar con un sistema de gestión de RR.HH. robusto como lo es Factorial te ayudará a la gestión de las clases de riesgos.
Es importante revisar qué clase de riesgo tiene tu empresa, evaluar si está correctamente clasificada, con el propósito de optimizar tus procesos con herramientas digitales que manejan nómina, riesgos, salud ocupacional y cumplimiento normativo.



