Cuando alguien sufre una lesión o enfermedad que cambia su capacidad para trabajar, aparecen mil dudas: ¿esto se considera una incapacidad permanente?, ¿qué hace el IMSS en esos casos?, ¿existe una tabla que diga cuánto corresponde pagar? La verdad es que la incapacidad permanente en México no se define por el nombre de la enfermedad, sino por cómo afecta la vida laboral de cada persona.
No hay una lista mágica que garantice una pensión, y tampoco dos casos iguales. Lo que el IMSS evalúa es el impacto funcional. Es decir, qué tanto limita a la persona para seguir desempeñando un trabajo acorde a su perfil. Con base en eso, elabora un dictamen médico-legal, asigna un porcentaje de incapacidad y determina si procede una pensión o indemnización.
En este artículo te explicamos cómo se reconoce una incapacidad permanente ante el IMSS, qué criterios se toman en cuenta y qué prestaciones económicas pueden derivar de este proceso.
¿Qué es una incapacidad permanente en México?
La incapacidad permanente en México es la pérdida, parcial o total, de la capacidad para trabajar de manera definitiva. No significa estar postrado o sin posibilidad de moverse; implica que, tras un tratamiento y valoración médica, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) determina que las secuelas impiden seguir realizando una labor como antes, ya sea en el mismo puesto o en cualquier otro similar.
A diferencia de una incapacidad temporal, que cubre el tiempo de recuperación mientras hay posibilidad de mejoría, la incapacidad permanente se declara cuando el padecimiento ya no cambiará de forma significativa, aun con tratamiento o rehabilitación.
Causas de incapacidad permanente:
- Por riesgo de trabajo, cuando la causa proviene de un accidente o enfermedad directamente relacionada con la actividad laboral.
- Por enfermedad general, cuando la pérdida de capacidad proviene de una causa ajena al trabajo, pero suficientemente grave como para impedir seguir laborando.
Tipos de incapacidad:
- Parcial, si la persona conserva parte de su capacidad laboral (por ejemplo, puede trabajar, pero no en las mismas condiciones).
- Total, si la pérdida es del 100 %, es decir, no puede desempeñar ninguna actividad compatible con su perfil.
En cualquiera de los casos, el reconocimiento formal llega tras una evaluación médica-legal que define tanto el porcentaje de incapacidad como el tipo de prestación económica que corresponde.
¿Cómo determina el IMSS una incapacidad permanente?
Una de las confusiones más frecuentes es creer que el IMSS tiene una lista cerrada de enfermedades que automáticamente otorgan una incapacidad permanente. No existe tal cosa.
En realidad, el Instituto no se guía por el nombre del diagnóstico, sino por el impacto que deja en la capacidad para trabajar. Dos personas con la misma enfermedad pueden recibir dictámenes distintos: una puede volver a su puesto con ciertas limitaciones y otra puede obtener una pensión, dependiendo de qué tanto afecten las secuelas su desempeño laboral.
Lo que sí existe son las Tablas de Valuación de Incapacidades y la Tabla de Enfermedades de Trabajo, que el IMSS usa como referencia técnica. Estas herramientas no son un listado de enfermedades “válidas”, más bien se trata de guías que ayudan a determinar el porcentaje de pérdida funcional según cada caso.
En 2024, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social actualizó las Tablas de Valuación e incorporó nuevos padecimientos y criterios médicos más precisos, reforzando la base legal para los dictámenes del IMSS. Puedes consultar la versión oficial publicada en el Diario Oficial de la Federación del 30 de abril de 2024.
Qué evalúa el IMSS para dictaminar una incapacidad permanente
Cuando el IMSS analiza si una persona tiene derecho a una incapacidad permanente, no se queda con el diagnóstico médico. Lo que realmente importa es cómo esa condición limita la posibilidad de seguir trabajando y si el daño es irreversible o estable.
El equipo de valuación médica revisa tres aspectos clave:
- Pérdida de capacidad funcional o mental. Evalúan si la persona puede seguir realizando las actividades de su puesto o cualquier otra compatible con su experiencia y habilidades. Aquí entran tanto las limitaciones físicas (movimiento, fuerza, coordinación) como las cognitivas o emocionales.
- Estabilidad del padecimiento. Antes de hablar de permanencia, el IMSS necesita confirmar que el cuadro clínico ya no cambiará de forma importante con tratamiento o rehabilitación. En otras palabras, que la secuela llegó a su punto máximo de mejoría.
- Concordancia clínica. Se revisa que todo coincida: diagnóstico, estudios, tratamientos recibidos y evolución médica. Este análisis busca asegurar que el dictamen se base en evidencia completa y no en una impresión aislada.
Con base en esta valoración, el IMSS determina un porcentaje de incapacidad y define si procede una pensión o una indemnización, según el tipo de enfermedad o accidente que la originó.
Tipos de incapacidad permanente y sus prestaciones
Una vez que el IMSS confirma que la pérdida de capacidad para trabajar es definitiva, el siguiente paso es determinar de qué tipo de incapacidad se trata y qué prestación corresponde. Todo depende del origen del padecimiento y del porcentaje de afectación.
Por riesgo de trabajo (accidente o enfermedad laboral)
Cuando la causa está directamente relacionada con el trabajo (ya sea un accidente dentro del centro laboral o una enfermedad derivada de la actividad), el IMSS clasifica la incapacidad como permanente parcial o total:
- Incapacidad Permanente Parcial:
 Se otorga cuando la persona conserva parte de su capacidad laboral, pero presenta una limitación definitiva. En estos casos, el IMSS asigna un porcentaje de pérdida (por ejemplo, 30 %, 50 %) y concede una indemnización global, que equivale a un pago único calculado según el salario base y el grado de afectación.
- Incapacidad Permanente Total:
 Aplica cuando la pérdida es del 100 % y la persona no puede desempeñar ninguna actividad productiva. En este escenario, corresponde una pensión vitalicia, cuyo monto depende del Salario Base de Cotización (SBC) y de las disposiciones vigentes en la Ley del Seguro Social.
 
 El IMSS explica que este tipo de pensión se otorga cuando el accidente o la enfermedad provoca una pérdida parcial o total de las facultades para trabajar, y puede ser temporal o definitiva dependiendo de la evolución médica.
Por enfermedad general (no laboral)
Si la causa no está relacionada con el trabajo, el IMSS puede reconocer una pensión por invalidez. Este beneficio se otorga cuando una enfermedad o lesión (no derivada de la actividad laboral) provoca una pérdida significativa y permanente de la capacidad para trabajar.
El monto de la pensión depende de tres factores principales:
- El porcentaje de pérdida de capacidad determinado en el dictamen médico.
- Las semanas cotizadas acumuladas en el IMSS.
- El Salario Base de Cotización (SBC) y el valor vigente de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) o del Salario Mínimo General (SMG), según corresponda.
Cómo se reconoce paso a paso ante el IMSS
Obtener el reconocimiento de una incapacidad permanente en México implica varias etapas médicas y administrativas que determinan si procede una pensión o indemnización, y bajo qué condiciones. Cada una tiene su propio peso dentro del proceso.
A continuación te explicamos cada paso:
1. Aviso médico y calificación del riesgo
Todo empieza con la atención médica inicial. Si la lesión o enfermedad se relaciona con el trabajo, el IMSS emite un parte médico y evalúa si existe un riesgo laboral. En caso contrario, el trámite se maneja como enfermedad general. Este primer paso es crucial, porque define desde el principio qué tipo de prestación podría corresponder.
2. Integración del expediente
Aquí el papel de la documentación es clave:
- Notas clínicas y reportes médicos.
- Estudios de laboratorio, gabinete o imagen.
- Resultados de terapias o rehabilitaciones.
- Antecedentes laborales y registros del puesto.
 
Todo eso conforma el expediente que servirá de base para la evaluación del IMSS. Sin esta evidencia médica y laboral, el dictamen puede retrasarse o incluso no proceder.
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3. Dictamen de incapacidad
Una vez revisado el expediente, el área de valoración médica del IMSS analiza el caso y emite el dictamen de incapacidad permanente.
En él se establece el porcentaje de pérdida de capacidad laboral y se especifica si la incapacidad es parcial o total. Este documento tiene valor médico-legal y marca el punto de partida para definir si la persona recibirá una indemnización o una pensión.
4. Otorgamiento de la prestación económica
Con el dictamen en mano, llega la parte más esperada: la resolución económica. Si la afectación es menor, el IMSS otorga una indemnización global (pago único). Cuando el daño es severo o irreversible, se concede una pensión, que puede ser temporal o definitiva, según lo determine el mismo dictamen.
El monto depende de factores como el Salario Base de Cotización, el origen de la incapacidad y los porcentajes establecidos en la Ley del Seguro Social.
5. Revisión médica periódica
El IMSS puede programar revisiones médicas periódicas para confirmar si el estado de salud del asegurado sigue igual, mejoró o empeoró. Si hay cambios significativos, se puede ajustar el porcentaje de incapacidad y, con ello, la cantidad que se recibe.
Ejemplos de padecimientos que suelen derivar en incapacidad permanente en México
El IMSS no trabaja con un listado cerrado de enfermedades que “garanticen” una incapacidad, pero sí hay ciertos padecimientos que, por su gravedad o por las secuelas que dejan, suelen terminar en un dictamen de incapacidad permanente.
Aquí algunos ejemplos frecuentes:
- Lesiones musculoesqueléticas severas. Amputaciones, fracturas con pérdida funcional o lesiones en columna que limitan la movilidad son de los casos más comunes.
- Afecciones neurológicas. Enfermedades como el Parkinson avanzado, esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o lesiones medulares pueden comprometer de forma irreversible la coordinación y la fuerza.
- Padecimientos cardiacos y respiratorios crónicos. Insuficiencia cardíaca o EPOC severo reducen la capacidad para el esfuerzo físico.
- Trastornos psiquiátricos mayores. Casos como la esquizofrenia resistente o el trastorno bipolar grave también pueden derivar en una incapacidad.
- Cáncer y enfermedades autoinmunes con compromiso sistémico. En etapas avanzadas o con secuelas permanentes .
Como explicamos antes, en todos los casos, el punto central no es el diagnóstico, sino cómo la enfermedad afecta la capacidad funcional para desempeñar un trabajo. Dos personas con el mismo padecimiento pueden recibir dictámenes distintos dependiendo de su evolución, del tipo de labor que desempeñen y de la evidencia médica que presenten.
Te recomendamos leer: Cómo calcular una nómina con incapacidad en México
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Preguntas frecuentes sobre la incapacidad permanente en México
1. ¿Cuáles son los 4 tipos de incapacidad permanente en México?
El IMSS clasifica la incapacidad permanente en cuatro tipos según el grado de afectación: parcial, total, temporal o absoluta.
- Parcial: cuando la persona pierde una parte de su capacidad laboral, pero puede seguir trabajando con limitaciones.
- Total: cuando la pérdida es del 100 % y el trabajador no puede realizar ninguna actividad productiva.
- Temporal: cuando la pérdida no es definitiva y puede mejorar con tratamiento.
- Absoluta: cuando la persona no puede desempeñar ningún trabajo ni actividad por el resto de su vida.
2. ¿Cuánto se cobra por la incapacidad permanente?
Depende del porcentaje de incapacidad, el salario base de cotización (SBC) y las semanas cotizadas.
En riesgos de trabajo, si la incapacidad es parcial y menor al 50 %, el IMSS otorga una indemnización global. Si supera ese porcentaje o es total, se concede una pensión vitalicia equivalente a una fracción del salario base, actualizable con el tiempo.
3. ¿Cuándo te dan una incapacidad permanente?
Cuando las evaluaciones médicas del IMSS determinan que la persona perdió de manera definitiva parte o la totalidad de su capacidad para trabajar. El dictamen se emite tras concluir el tratamiento y comprobar que no hay posibilidad razonable de recuperación.
4. ¿Cuándo una incapacidad es permanente?
Se considera permanente cuando las secuelas físicas o mentales derivadas de un accidente o enfermedad no tienen posibilidad de mejoría. A partir de ese momento, el IMSS puede emitir un dictamen para otorgar la prestación correspondiente.



