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Gestión del Talento

¿Qué es el agotamiento laboral y cómo prevenirlo en tu empresa?

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7 minutos de lectura
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Mucho se habla del agotamiento laboral, sin embargo, este concepto abarca mucho más que el simple cansancio diario. En realidad se trata de un estado de desgaste físico, emocional y mental que afecta cada vez a más personas en sus entornos de trabajo. 

La constante presión, falta de reconocimiento, jornadas interminables y la dificultad para desconectarse, han convertido este fenómeno en uno de los principales riesgos psicosociales en las empresas. 

En este artículo te explicamos qué es el agotamiento laboral, cuáles son las causas más comunes y, sobre todo, qué estrategias puedes aplicar en tu empresa para prevenirlo y proteger el bienestar de tu equipo. ¡Quédate hasta el final! 

¿Qué es el agotamiento laboral?

El agotamiento laboral, también conocido como burnout, es un estado de cansancio emocional, físico y mental que surge como resultado de una exposición prolongada al estrés en el entorno de trabajo. A diferencia del estrés puntual, que todos podemos experimentar en épocas de alta carga o presión, el agotamiento no desaparece con un buen descanso o con vacaciones: se acumula y desgasta.

A esta afectación también se le ha llamado el síndrome del quemado, porque quienes lo padecen suelen sentir que “ya no pueden más”, que han perdido la energía, el entusiasmo e incluso el sentido de propósito en sus tareas laborales. No es raro que este desgaste aparezca, paradójicamente, en personas altamente comprometidas con su trabajo: profesionales apasionados que, al no tener herramientas para equilibrar exigencias emocionales, sociales y organizacionales, terminan desbordados.

Sus causas son varias, desde una mala comunicación interna o liderazgo deficiente, hasta una sobrecarga constante de tareas o un entorno laboral hostil. Sin embargo, lo que caracteriza al agotamiento laboral es su duración a lo largo del tiempo y su impacto en el rendimiento y en la salud integral y general del trabajador. 

Tipos diferentes de burnout laboral:

  1. Burnout pasivo: el colaborador suele mostrar sentimientos de apatía o desapego, cuando, en realidad, suele tratarse de factores psicosociales propios de cada uno.

  2. Burnout activo: el colaborador sigue demostrando una actitud asertiva y con ganas de hacer las cosas bien. En este caso, el síndrome del quemado tiene más que ver con factores externos (sociales), que internos (trabajo).

Reconocimiento oficial del agotamiento laboral

En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció formalmente el agotamiento laboral como un fenómeno asociado al trabajo en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11). Lo define como un “síndrome conceptualizado como resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no ha sido gestionado con éxito” y señala tres dimensiones clave:

  • Sensación de agotamiento o falta de energía.
  • Incremento del distanciamiento mental del trabajo o sentimientos negativos hacia este.
  • Reducción de la eficacia profesional.

Este reconocimiento fue un parteaguas para visibilizar la necesidad de abordar el bienestar emocional como parte fundamental de la gestión del talento y la salud ocupacional.

Principales causas del agotamiento laboral

Es muy importante tener presente, y reconocer, que el agotamiento laboral no aparece de un día para otro. Se va acumulando poco a poco, muchas veces de forma silenciosa, hasta que se vuelve difícil de ignorar. 

Si bien es cierto que las experiencias pueden variar de persona a persona, existen ciertos factores en común en quienes lo padecen: 

▸ Sobrecarga de trabajo

Cuando las tareas se multiplican y las jornadas se alargan sin pausa, el cuerpo y la mente comienzan a resentirse. No se trata de tener mucho trabajo, es la sensación de que nunca es suficiente, que todo es urgente y que no hay espacio para descansar o desconectar.

▸ Falta de control o autonomía

La sensación de no tener voz ni voto sobre el propio trabajo puede ser profundamente frustrante. No poder decidir cómo organizar tu tiempo, qué prioridades seguir o cómo abordar un proyecto, minimiza la motivación y la capacidad de respuesta ante el estrés.

▸ Falta de reconocimiento 

El esfuerzo constante sin un “gracias” o sin sentir que tu trabajo tiene impacto real, va apagando poco a poco la energía. El reconocimiento no siempre tiene que ser económico; a veces, una palabra oportuna o una muestra de confianza puede marcar la diferencia.

▸ Problemas en el clima laboral

Un entorno hostil, competitivo o poco colaborativo puede ser tan desgastante como una sobrecarga de tareas. La falta de comunicación, los roces constantes o el aislamiento social generan tensión emocional que, a la larga, pasa factura.

▸ Inseguridad laboral o falta de propósito

Cuando no hay claridad sobre el futuro profesional, o cuando lo que se hace no conecta con un propósito más grande, es común que aparezca la sensación de vacío o desmotivación. Y con ella, el agotamiento. Trabajar con miedo o sin sentido agota más que cualquier jornada larga.

¿Cómo saber si tú o tu equipo tiene burnout?

Reconocer el agotamiento laboral a tiempo es fundamental y marcará la diferencia entre una intervención oportuna y una crisis de salud mental o rotación inesperada. Recuerda que, muchas veces, los síntomas se normalizan o se esconden, pero lo cierto es que el cuerpo y la mente dan señales cuando algo no va bien. De ahí la importancia de mantenerse alerta. 

Señales físicas de burnout

El cuerpo suele ser el primero en hablar. Estos son algunos de los síntomas más frecuentes:

  • Dolores de cabeza constantes
  • Fatiga persistente, incluso después de descansar
  • Insomnio o sueño poco reparador
  • Taquicardia, tensión muscular o problemas digestivos
  • Mayor propensión a enfermarse

Señales emocionales de agotamiento laboral

El agotamiento también se manifiesta a nivel emocional y psicológico:

  • Sentimientos de frustración, fracaso o inutilidad
  • Falta de motivación incluso en tareas que antes disfrutabas
  • Irritabilidad, tristeza o ansiedad sin motivo claro
    Sensación de estar desconectado o indiferente al trabajo

Señales conductuales de agotamiento laboral

También es posible observar cambios en el comportamiento que pueden encender alarmas:

  • Caída en el rendimiento o aumento en los errores
  • Distanciamiento del equipo o conflictos frecuentes
  • Comunicación escasa o evasiva
  • Procrastinación o dificultad para concentrarse
  • Actitudes cínicas o negativas hacia los proyectos

Si reconoces varios de estos signos en ti o en alguien de tu equipo, es importante no minimizarlos. El agotamiento laboral no se resuelve con “echarle ganas” o esperando al fin de semana. Escuchar, acompañar y actuar a tiempo puede evitar consecuencias más graves y abrir paso a un entorno más saludable y sostenible.

Consecuencias del burnout para las empresas

Aún se tiene la creencia de que el burnout solo afecta a quienes lo padecen directamente; sin embargo, éste también tiene un profundo impacto en las empresas. Ignorar este tema puede llevar a pérdidas importantes, tanto en términos humanos como económicos. 

Pero aquí te desarrollamos mejor, cuáles son las consecuencias del estrés crónico laboral dentro de las organizaciones: 

Disminución de la productividad

Cuando una persona está agotada, su capacidad de concentración, creatividad y resolución de problemas se reduce notablemente. Las tareas se vuelven más lentas, los resultados son menos consistentes y los objetivos más difíciles de alcanzar.

Aumento de errores, ausentismo y rotación

El desgaste físico y emocional incrementa la probabilidad de errores operativos, fallos en la toma de decisiones y conflictos internos. A esto se suma el ausentismo por enfermedades relacionadas al estrés, y en etapas más avanzadas, la renuncia voluntaria o el abandono del puesto.

Impacto en la cultura y reputación interna

Un equipo desgastado contagia desmotivación. Si el agotamiento se normaliza o no se atiende, puede deteriorarse el ambiente laboral, aumentar la desconfianza en el liderazgo y generar un clima de frustración. A largo plazo, esto afecta el compromiso, la colaboración y la atracción de talento nuevo.

Costo económico y humano a largo plazo

El agotamiento laboral representa un costo silencioso pero elevado: baja en indicadores clave, mayores gastos médicos, tiempo invertido en reclutamiento y capacitación, y pérdida de know-how. Además, está el costo humano: colaboradores talentosos que se apagan poco a poco y dejan de ver un futuro dentro de la organización.

6 Estrategias para prevenir el agotamiento laboral

Prevenir el agotamiento laboral no es solo una responsabilidad individual; empieza por el entorno organizacional. Las empresas tienen la capacidad, y el deber, de construir espacios de trabajo donde el bienestar sea tan importante como la productividad.

Tampoco podemos olvidar que en México, la NOM-035-STPS-2018 obliga a las empresas a identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial en el entorno laboral. Esta norma reconoce que el bienestar emocional no es un lujo, sino una condición básica para un ambiente de trabajo saludable. 

Por eso, a continuación te compartimos seis estrategias para prevenir el síndrome de burnout en tu empresa: 

1. Identificar focos de estrés

El primer paso es observar y escuchar. Evaluar qué situaciones están generando ansiedad, frustración o sobrecarga permite tomar decisiones oportunas. Estas pueden ir desde reorganizar tareas hasta rediseñar procesos ineficientes que mantienen al equipo en estado de alerta constante.

2. Mejorar la organización del trabajo

Un ambiente desordenado, con objetivos poco claros o plazos inalcanzables, aumenta el desgaste emocional. Proveer herramientas adecuadas, clarificar roles, distribuir mejor la carga laboral y fomentar tiempos de desconexión son medidas que previenen el agotamiento antes de que se instale.

3. Promover una comunicación saludable

Un entorno donde se puede hablar con claridad, expresar necesidades y dar retroalimentación sin miedo, reduce tensiones innecesarias. Fomentar el respeto, la escucha activa y la resolución colaborativa de conflictos fortalece la salud emocional del equipo.

4. Apoyar el desarrollo personal y profesional

Ofrecer espacios de aprendizaje, planes de carrera realistas y momentos de reconocimiento refuerza el sentido de propósito. Sentirse valorado y en crecimiento ayuda a amortiguar el impacto del estrés cotidiano.

5. Ajustar expectativas de forma realista

También es importante que cada persona pueda revisar sus propias exigencias y metas profesionales. No se trata de renunciar a sus aspiraciones, sino de buscar un equilibrio entre lo ideal y lo posible, encontrando formas más sostenibles de avanzar sin perder la motivación.

6. Fomentar la autogestión y el autocuidado

Aunque la empresa puede, y debe, generar condiciones adecuadas, cada persona también puede aportar desde lo individual: establecer límites, aprender a decir que no, reconocer señales de alerta temprana, y pedir ayuda cuando sea necesario.

La prevención del agotamiento no se resuelve con una plática de bienestar al año. Requiere compromiso, cultura organizacional consciente y acciones continuas. Invertir en el bienestar de las personas es invertir en la solidez del negocio a largo plazo.

También puedes apoyarte con esta Guía de la NOM 035: Todo lo que necesitas saber sobre la ley El agotamiento laboral no es una debilidad ni una consecuencia inevitable del trabajo moderno. Es una señal de que algo necesita cambiar, tanto en la organización como en la forma en que nos relacionamos con nuestras responsabilidades. 

Reconocerlo, hablarlo y prevenirlo es responsabilidad de todos. Si eres líder, empieza por generar espacios más humanos. Si eres colaborador, escucha tu cuerpo y mente. Porque cuidar el bienestar no solo mejora el clima laboral: sostiene el talento, la innovación y el futuro de tu empresa.

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