Es posible que te haya ocurrido. Acudes a un evento relacionado con tu trabajo en el que piensas que puedes hacer algunos contactos: quieres hacer networking. Llevas en el bolsillo un montón de tarjetas nuevecitas preparadas para acabar en los bolsillos de personas interesantes, influyentes y con las que te encantaría hacer negocios. No obstante, en ocasiones las cosas no salen como tú habías esperado.
Lo más normal es que llegues al evento solo y puede incluso, para ponernos en el peor de los casos, que seas un novato en tu sector y no conozcas realmente a nadie. Quizá te sientas un poco incómodo y fuera de lugar, quizá no estés al corriente de las costumbres de la industria y te acabes poniendo un poco nervioso.
Ante esto, muchas personas optan por ponerse en una esquina, pedir algo de beber y fingir que están muy ocupados consultando su teléfono móvil. Error. Las tarjetas de visita volverán contigo a casa y habrás perdido el tiempo. El objetivo de acudir al evento no se habrá cumplido y seguramente te sentirás mal contigo mismo.
Con este artículo queremos que nunca más vuelvas a cometer este fallo. Te daremos cinco trucos para que planifiques a la perfección el siguiente evento de networking al que acudas de forma estratégica, siguiendo unas estrictas normas para no perder un minuto. De hecho, si decides poner en práctica estos consejos, no necesitarás invertir en el evento más de 25 minutos de tu precioso tiempo y te llevarás una buena colección de nuevos contactos, conocimientos e ideas que te ayudarán en el futuro. Así es cómo lo tienes que hacer.
Tabla de contenidos
Dirígete al centro del evento
La primera reacción de mucha gente cuando llega a un lugar de este tipo donde no conoce a nadie es sentirse algo intimidado y dirigirse a un rincón y allí plantearse qué hacer a partir de ese momento. Los corrillos que se van formando por el salón parecen impenetrables y en ellos, además, todo el mundo parece conocerse.
Pero en este tipo de eventos, la gente suele ponerse a hablar con quien tienen al lado, por lo que para entrar en las conversaciones, simplemente tienes que ponerte a tiro, en el epicentro del espacio. Ahí es mucho más probable que se te acerque alguien para preguntarte dónde trabajas y entablar una conversación contigo que puede resultar muy fructífera. Mucho más que si te quedas junto a una pared mirando la pantalla de tu teléfono móvil.
Un truco interesante en la fase previa al evento es plantearte a cuántas personas te gustaría conocer durante el tiempo que estés ahí (y cuánto tiempo estarás ahí), de esta forma te obligarás a interactuar con los demás y también a no alargar las conversaciones más de lo necesario.
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Toma la iniciativa y saluda a los demás asistentes con un cumplido
Aunque no conozcas a nadie en el evento, dirígete a alguno de los asistentes y preséntate. Todo el mundo está ahí para conocer gente. En el caso de que conozcas la empresa o el trabajo de la persona, y te parezca interesante por algo, no dejes de comentárselo. Un cumplido siempre es una manera perfecta de iniciar una conversación.
Cuanto más tiempo pases hablando con asistentes al evento, más estarás aprovechando tu tiempo allí, ya que ese es el objetivo de tu presencia en el mismo. No olvides nunca eso.
Ten preparadas tus preguntas para hacer networking
Aunque suene un poco artificial, puede resultarte de mucha ayuda memorizar un listado de diez preguntas para hacerle a cualquier de los profesionales asistentes al evento. Eso te permitirá alargar la conversación, evitar silencios incómodos y, si eliges las preguntas adecuadas, extraer de ellos toda la información que necesitas.
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Podrías tratar varios temas en esas cuestiones como, por ejemplo, a qué desafíos se está enfrentando en estos momentos su sector o su empresa en concreto, cuál es la parte de su trabajo que disfrutan más o también temas menos profesionales como si les está gustando la ciudad en la que estáis (si es que no viven en ella), o cuáles son sus aficiones o pasatiempos favoritos (si es que viene al caso). Este tipo de temas puede provocar que la conversación fluya de manera más fácil y que consigas de ellos toda la información que necesitas.
Tener preparado un “elevator pitch”
Se llama “elevator pitch” a un discurso breve y preciso en el que podemos transmitir una idea, un proyecto, un concepto o simplemente explicar a qué te dedicas, en el breve tiempo que dura un viaje en ascensor.
En la situación de la que estamos hablando, te vendrá muy bien tener preparada previamente una descripción rápida y concisa de lo que haces en tu trabajo que pueda responder a la frase: “¿A qué te dedicas?”.
Si te hacen esta pregunta y no tienes una respuesta preparada, no causarás muy buena impresión. Así que resume tus responsabilidades laborales, tus proyectos más interesantes y quizá alguna anécdota divertida para que se acuerden de ti en un discurso que dure unos 15 segundos.
Seguramente, tu descripción hará que a la otra persona le surjan más preguntas sobre ti y le dará una idea de cómo podéis colaborar juntos para vuestro beneficio mutuo. Un buen “elevator pitch” te garantiza una experiencia de networking mucho más rica y productiva.
Domina el timing
Para evitar el estar durante toda la duración del evento hablando con una sola persona, establece previamente el tiempo que quieres dedicarle a cada una de las conversaciones.
Lo ideal sería que tus interacciones duraran un promedio de 5 minutos. Ese tiempo tendría que ser suficiente para conocer a la persona, recabar su contacto y asegurar que seguiréis hablando en el futuro. En el momento en el que la conversación se ralentice un poco, dile a la otra persona que ha sido un placer conocerla y que vas a seguir tu camino por el evento, ya sea buscando otra bebida, yendo al baño o simplemente paseando un poco. Asegúrate de conocer cuál es la forma de contactarle en el futuro que prefiere: correo electrónico, teléfono o perfil en redes sociales como Twitter o LinkedIn.
Una vez que os separéis, anota de forma rápida en tu teléfono cualquier cosa que tengas que tener en cuenta sobre esa persona o algún pensamiento que te haya surgido tras hablar con ella. No hace falta que sean notas muy largas, sino esquemas que te permitan recordar lo que ha ocurrido.
A la hora de volver a contactar, incluye una razón para hacerlo. Puede ser que te ofreciera pasarte un día por sus oficinas o su fábrica, o quizá te mencionó una serie de conferencias que organiza su compañía de vez en cuando. Inclúyelo en la conversación para demostrar tu interés: eso es hacer networking.
Para acabar, simplemente recuerda el motivo por el que has ido a ese evento y nunca lo pierdas de vista. Las relaciones en los negocios son muy importantes y pueden dar importantes frutos y oportunidades en el futuro. No lo olvides.
