Es importante que diariamente los empleados se sientan cómodos y respetados en su trabajo, ya que es un ambiente en el que pasan horas y puede afectar su estado emocional.
Por eso, debemos saber qué hacer para crear espacios seguros en los puestos de trabajo, eliminando la toxicidad y el desagrado. Para que la productividad y el rendimiento de las acciones no sean afectadas, se deben impedir expresiones y actos negativos que se consideren un ataque personal a los compañeros de trabajo.
Las microagresiones son conductas que se presentan en muchos ambientes laborales. Todos y principalmente en recursos humanos tenemos que aprender a eliminar este tipo de comportamientos y basarnos en el respeto y la educación. Para beneficio de la empresa y por el bienestar de los demás profesionales que nos apoyan.
El apoyo y el compañerismo son dos ingredientes importantes que ayudan a combatir estos problemas que dañan las buenas relaciones en los trabajos. Y es que, en pocas palabras, todas las compañías son una sociedad donde las personas empiezan relaciones, comparten su tiempo y trabajan juntas.
Tabla de contenidos
Qué son las microagresiones
Las microagresiones son pequeños gestos, comentarios o actitudes hechas a una persona o un grupo excluído afectando su integración en el grupo. Son comportamientos racistas y conductas groseras que afectan la moral y autoestima de los empleados.
Normalmente estas actitudes son muy frecuentes y normalizadas pues se basan en ciertos estereotipos y prejuicios que la sociedad ha aceptado aunque no están bien. El sexismo, el racismo, la homofobia, el capacitismo y otras formas de discriminación son razones que originan las microagresiones.
Aunque el comentario no sea con una mala intención, no significa que en un ambiente de trabajo se puedan permitir estas actitudes, pues la persona afectada puede sentirse ofendida. El impacto negativo y perjudicial de las microagresiones se presenta en una hostilidad laboral nada favorable para la empresa o sus empleados.
Las microagresiones se distinguen de otras prácticas peligrosas como el mobbing por su sutileza. No acostumbran ser excesivas ni tan evidentes, pero lentamente se van convirtiendo en conductas incomodas para otros trabajadores.
Las personas más afectadas suelen ser las que pertenecen a minorías raciales, como el colectivo LGTB o mujeres. La revista de negocios y finanzas Fortuna indica que 9 de cada 10 mujeres han sentido alguna vez algún tipo de microagresión laboral. Un dato muy triste que señala la importancia de realizar estrategias de cuidados y respeto en el entorno profesional.
Cómo afectan el ambiente laboral
Las microagresiones tienen grandes consecuencias en el ambiente laboral. Crear un clima tóxico y desagradable no es útil de ninguna manera. Para que los trabajadores estén contentos y sean respetados no puede haber situaciones que permitan comentarios o acciones groseras.
Cuando un equipo es apoyado e integrado, la motivación sube y el rendimiento aumenta. La comunicación mejora y el proceso de resolución de problemas es más eficaz. Cuando los comportamientos van en sentido contrario es más difícil lograr los objetivos y desarrollarse profesionalmente.
La gravedad de las microagresiones puede afectar la integridad moral de muchas personas, además destruye la productividad de una empresa. Cuando las personas no son valoradas, es más difícil que se comuniquen y es ahí donde desperdiciamos la oportunidad de conocer sus capacidades y potencial.
La inseguridad, la exclusión, el rechazo o el desprecio que pueden sentir los integrantes de los equipos de trabajo afectan la manera en que realizan su actividad profesional.
La revista Forbes sabe que esto es en un gran problema del que estamos conscientes y que es necesario detener para evitar mayores daños.
Cómo identificar las microagresiones en nuestros equipos
Las microagresiones no son casos aislados u ocasionales, suceden de manera frecuente. Pueden no crear mucho daño al inicio pero cuando duran más tiempo su efecto puede ser mayor.
Para impedir que los resultados sean peores es importante que primero se identifiquen estas conductas. Debemos saber que es una responsabilidad social actuar o responder a actitudes que promuevan la discriminación o el trato ofensivo hacia otros en el entorno laboral.
Los estereotipos, los prejuicios sexistas y otros comentarios relacionados con aspectos personales son inapropiados en estos espacios. En este ambiente la comunicación y la asertividad son pieza clave como herramientas para que las personas ofendidas puedan expresarse y comunicar sus necesidades en relación al trato que están recibiendo.
Business Insiders elaboró una guía para saber cómo actuar y hacer lo mejor posible para estos casos. Se trata de tomar la situación de una forma asertiva y comunicativa
Estrategias para tratar estas conductas
Un método para combatir estas situaciones y encontrar una solución es tener herramientas de gestión laboral para examinar las relaciones entre los compañeros de trabajo.
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Desde Recursos Humanos se debe notificar a los trabajadores que nunca se debe propagar información sobre el origen étnico, relacionar capacidades a una persona por su género, orientación sexual o generalizar sobre religiones. En conclusión, eliminar los prejuicios es la mejor forma de no herir sentimientos.
Paso a paso se aprende a ser conscientes de la diversidad que existe, aceptarla y normalizarla. Por ese motivo la empatía y la tolerancia deben estar presentes; así que debemos apostar por la comprensión y el entendimiento.
