Antes de enfrentarse al mundo laboral, muchas de las personas se preparan estudiando la carrera de su interés durante un largo tiempo, realizan cursos, seminarios, buscan adquirir experiencia, entrenamiento y desarrollan diferentes habilidades, como por ejemplo, aprender un segundo idioma o a utilizar un determinado programa, todo con el fin de mejorar la productividad y el rendimiento laboral.
Sin embargo, hay un elemento que poco se habla en el ámbito empresarial, pero es un factor determinante al momento de seleccionar al personal, pues permite visionar el rendimiento organizacional: los tipos de personalidad.
Además del proceso de selección del personal, tomar en cuenta los tipos de personalidad de cada empleado permite comprender su desempeño, productividad y la forma de cómo se relaciona con su entorno laboral.
La reciente investigación realizada por la compañía norteamericana Truity, encargada de aplicar y revisar test online de personalidad para organizaciones empresariales, señala que, nuestra forma de ser determina nuestra ocupación, objetivos, decisiones, el grado de satisfacción con el trabajo a desempeñar, las responsabilidades y hasta el promedio salarial, lo cual permite conocer los puntos débiles y fuertes de los colaboradores en diferentes situaciones del ámbito laboral y actuar en consecuencia.
Tabla de contenidos
Los tipos de personalidad
Existen diferentes teorías que explican y describen los tipos de personalidad, pues es un tema que se ha venido desarrollando desde los tiempos de Hipócrates. En la actualidad, se sostiene que la personalidad determina la forma de pensar y actuar de un individuo de manera única durante su proceso de adaptación al medio.
El psicólogo Carl Jung determinó 8 tipos de personalidad, las cuales estaban clasificadas de acuerdo a su propia evaluación y observación de las personas que conocía. Luego, las investigadoras Myers-Briggs desarrollaron las 16 personalidades, lo que permite una visión global y evita realizar mediciones concretas sobre la manera de ser de las personas.
Por último, un estudio reciente de la Universidad Northwestern en Illinois ha tenido excelentes críticas y es aceptado en el campo de la psicología moderna por su fuerte carácter científico. Los investigadores analizaron a 1 millón y medio de personas y arrojaron que existen 4 tipos de personalidad:
Reservada
Los que pertenecen a este grupo se caracterizan por ser emocionalmente estables, pero poco abiertos a nuevas experiencias y no son extravertidos, suelen poner distancia con los otros. Además, son agradables, empíricos y responsables. Prefieren los trabajos en solitario, su objetivo no es destacar, ni liderar grandes grupos, pero son excelentes para actividades que requieren concentración y altos niveles de responsabilidad.
Promedio
Tienen mayor probabilidad de mostrar rasgos neuróticos e inestabilidad emocional. Son extravertidos, responsables, amables y comprenden su entorno, pero poseen poca apertura. En el ámbito laboral, siempre están dispuestos a participar de las reuniones y aportar ideas, sin embargo, a veces pueden distraerse y perder el foco de su objetivo, por ello, necesitan concentrarse en actividades de su interés que beneficien a la empresa, así como también participar en proyectos creativos.
Modelo a seguir
En su mayoría, son personas con experiencia y de edad avanzada. Poseen pocos rasgos neuróticos y egocéntricos, ya que se caracterizan como personas amables, extravertidas, confiables y están abiertas a las nuevas ideas. Son excelentes para liderar y encargarse de los proyectos, poseen inteligencia emocional y ética profesional, se esfuerzan por alcanzar las metas, lo que le permite ser personas enfocadas, organizadas y consistentes. Sin embargo, el exceso de motivación podría aumentar el estrés y hacer que descuiden su área personal.
Egocéntrica
Las personas de este grupo tienen altos niveles de extraversión, pero son poco abiertas. Se caracterizan por ser centradas en sí mismas, tienen aires de superioridad, son controladoras y carecen de franqueza, amabilidad y escrupulosidad. En el área laboral, prefieren trabajar por su cuenta y, de hecho, suelen hacerlo bien. No obstante, no les importa afectar a otros en beneficio de sus intereses.
Claves para detectar el tipo de personalidad de un colaborador
Hoy en día, existen diferentes herramientas en el ámbito laboral utilizadas para determinar el tipo de personalidad de los colaboradores. Es importante que el encargado del área de recursos humanos comprenda el tipo de personalidad de las personas que contrata y pueda tener una visión de su rendimiento en los proyectos que se les asigne, además de su interacción con el ambiente. Pruebas como los 16 factores de la personalidad, test de personalidad A-B, la prueba de los 5 grandes y el test de personalidad DISC, pueden evaluar lo siguiente:
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- Adaptación
- Razonamiento o inteligencia
- Calidez emocional
- Dominancia
- Sensibilidad
- Atención
- Conciencia del deber
- Toma de decisiones
- Apertura al cambio
- Independencia
- Extraversión o introversión
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Además de las evaluaciones nombradas anteriormente, existen otras pruebas de carácter cualitativo y cuantitativo, introspectivas y proyectivas, que evalúan los tipos de personalidad. Entre ellas varía el grado de exactitud y los diferentes niveles de profundidad, pero hay que tomar en cuenta que, entre sus funciones esté presente:
Indagar la motivación al logro
Un colaborador motivado traerá muchos beneficios a la empresa. Investigar qué le motiva a trabajar, el nivel de importancia que le otorga al salario, al reconocimiento, a los beneficios y al equilibrio entre la vida personal y laboral.
Identificar las habilidades interpersonales
Conocer su comportamiento, cómo se relaciona con las demás personas, si prefiere el trabajo a solas o en equipo, especialmente si la labor requiere un espíritu colaborativo. Esto permite identificar si el colaborador podrá integrarse fácilmente o no a la organización.
Descubrir las habilidades blandas
Cada cargo en una organización requiere experticia y conocimiento, así como también habilidades para comunicarse y saber expresar lo que se requiere de forma clara y asertiva, saber escuchar activamente a los demás, tener aptitudes para el trabajo colaborativo y tomar iniciativas.
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Entender la gestión emocional
Comprender cómo el colaborador controla y gestiona sus emociones, ayuda a tener una visión de su personalidad. En los contextos laborales bajo presión, en los trabajos humanitarios o en los servicios de salud, conocer la manera de reaccionar del empleado ante los conflictos o situaciones críticas es determinante.
Aspectos del rendimiento laboral para cada tipo de personalidad
Dentro de las organizaciones, encontraremos colaboradores con distintos tipos de personalidad que, de forma negativa o positiva, pueden influir en la productividad, en el desempeño y en las relaciones interpersonales.
Es importante que el departamento de recursos humanos pueda identificar el tipo de personalidad de los colaboradores para asignarles los proyectos adecuados que se ajusten a su enfoque y a su motivación, lo que permite que el empleado obtenga mejores resultados y la organización mantenga o aumente su rendimiento.
El liderazgo, el manejo de grupo y la autonomía son características que los colaboradores con personalidad extravertida, considerados modelos a seguir, las manejan de excelente manera.
Además, tienen una personalidad triunfadora, son independientes y es probable que no necesiten de tanta supervisión para tomar decisiones y realizar su labor. Los proyectos desafiantes, donde puedan desarrollar y alcanzar metas, son ideales para los empleados con este tipo de personalidad.
Los colaboradores con un tipo de personalidad reservada, introvertida y pensadora se caracterizan por su claridad, transparencia y responsabilidad en cada uno de los procesos dentro de las organizaciones. Son personas trabajadoras y confiables, que siempre están dispuestos a colaborar.
Al ofrecer espacios donde trabaje a su ritmo, en un ambiente tranquilo y calmado que le permita concentrarse, puede aumentar su desempeño y con ello, la productividad de la empresa.
La iniciativa y la comunicación, son características que los colaboradores con una personalidad promedio, optimista y energética, la desarrollan muy bien dentro de las empresas.
Por lo general son positivos, mantienen buen ánimo y participan de forma voluntaria en las actividades, aportando ideas en todo momento. Estos colaboradores disfrutan participar en proyectos creativos y el trabajo en equipo.
Prevención de conflictos a partir del conocimiento de la personalidad
Muchas de las organizaciones toman como punto de partida la diferencia de género, edad, culturas o etnias para mediar y resolver los conflictos que surgen dentro del ámbito laboral. Pero si tomamos en cuenta la diversidad cognitiva, con personalidades y habilidades distintas que interpretan y resuelven los conflictos de forma diferente, es posible crear un espacio de trabajo altamente creativo, donde cada individuo pueda desarrollar su personalidad.
- Aplicar diferentes pruebas diagnósticas y observar detenidamente a todos los miembros del equipo para identificar sus tipos de personalidad y los rasgos individuales.
- Constituir equipos de trabajo basados en las habilidades y fortalezas de cada personalidad. Estos grupos deben estar balanceados, por ejemplo, con un líder, un creativo y un comunicador.
- En cualquier contexto, es importante evitar opiniones personales y juicios en la resolución del conflicto. Es más constructivo evaluar los hechos que sacar conclusiones basadas en suposiciones y subjetividades.
- Al momento de mediar los conflictos, tomar en cuenta el tipo de personalidad de cada colaborador involucrado para buscar soluciones.
- Estar atentos al manejo de las emociones, las diferentes respuestas y reacciones ante los estímulos y situaciones, así como los argumentos que defienden los colaboradores, ya que cada uno de ello puede depender del tipo de personalidad.
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