Vivimos en la era de la distracción. No hace falta hacer un concienzudo análisis de situación para darse cuenta de que actualmente un gran número de estímulos compiten cada día para atrapar nuestra atención.
Seguramente, uno de los principales culpables de esta epidemia de falta de concentración es el teléfono móvil y algunas de las aplicaciones que van asociadas a él como las redes sociales, diseñadas específicamente para eso, para atraparnos durante el mayor tiempo posible u otras de mensajería instantánea como WhatsApp.
Si la falta de concentración resulta un problema durante nuestro tiempo libre (a mucha gente le cuesta leer un libro o ver una película entera sin mirar su móvil), todavía lo es más durante nuestra jornada laboral, un entorno en el que la concentración es clave para que podamos realizar nuestro trabajo de forma eficiente y precisa.
Tabla de contenidos
- ¿De qué formas nos beneficia la concentración en el trabajo?
- Identifica el estado actual de tu concentración
- Limita o elimina las distracciones
- Ponte objetivos realistas y simples
- Realiza descansos programados a lo largo del día
- Dedica un tiempo a hacer ejercicio para mejorar la concentración
- Prioriza tus tareas productivas y deja para después las no productivas
¿De qué formas nos beneficia la concentración en el trabajo?
Ser capaces de concentrarnos en nuestra tarea durante un periodo de tiempo prolongado puede mejorar mucho nuestra productividad y eficiencia en el trabajo. Entre sus principales beneficios podemos encontrar:
- Reducción de nuestro nivel de estrés. Al poder concentrarnos más, realizaremos mejor nuestro trabajo y ahorraremos tiempo, lo que evitará que nos pongamos nerviosos.
- Reducción de errores. La falta de concentración es una de las causas más habituales de errores y accidentes en el lugar de trabajo.
- Mejora de nuestra forma de pensar. Cuando realizamos varias tareas a la vez como, por ejemplo, redactar un correo electrónico a la vez que mantenemos una conversación por WhatsApp, somos menos efectivos y menos creativos, lo que empeora el resultado final de nuestro trabajo.
Aunque no hay trucos infalibles para aumentar nuestra concentración ni en el trabajo ni fuera de él, sí que pueden realizarse algunas acciones que nos ayudarán a conseguirlo. Recuerda también que la concentración mejora con la práctica, con lo que sé paciente y no te desesperes si los resultados no llegan de forma inmediata.
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Identifica el estado actual de tu concentración
Antes de comenzar a trabajar en mejorarlo, es importante que analices cuáles son tus hábitos de trabajo actuales para ver hasta qué nivel es necesario mejorarlos.
Para evaluar tu nivel de concentración actual, puedes probar a ponerte un temporizador mientras trabajas en una tarea. Cada vez que te des cuenta de que estás desviándote de la misma, revisa cuánto tiempo ha pasado para tener una referencia de durante cuánto tiempo te sueles concentrar.
Limita o elimina las distracciones
Reducir las distracciones en tu espacio de trabajo puede ayudarte a mejorar tu concentración. No pongas la televisión ni la radio, evita revisar tus redes sociales y guarda tu teléfono en otra habitación durante el tiempo que quieras concentrarte.
Si trabajas en una oficina, establece con tus compañeros un horario para que se acerquen a ti para preguntarte algo o simplemente para conversar. Si trabajas en casa, pon un letrero en tu puerta para que tu familia o compañeros sepan que estás ocupado.
Además de esto, si te distraes con el desorden de tu tu escritorio, reserva cinco minutos todas las mañanas para organizar tu espacio de trabajo. Archiva los papeles, tira la basura y haz que tu área de trabajo esté lo más limpia y sea lo más cómoda posible.
Ponte objetivos realistas y simples
Intenta establecer metas realistas para mejorar tu concentración. Por ejemplo, si solo puedes enfocarte durante cinco minutos, intenta llegar hasta los siete. Puedes ayudarte con un temporizador. Cuando llegues a los siete minutos, aumenta gradualmente a diez. Al hacerlo de esta forma, evitarás sentirte abrumado si no consigues los resultados que esperabas.
Concéntrate en una tarea a la vez: hacer varias cosas al mismo tiempo puede parecer una buena idea, pero ser multitarea en realidad puede afectar mucho a nuestra concentración y hacer que no lleguemos a unos buenos resultados. Se ha demostrado que enfocarse en una sola tarea a la vez puede ayudar a ser más productivo, reducir los errores y mejorar la calidad del trabajo. Así que, si quieres ser más eficaz y preciso con tu puesto, trata de centrarte en una tarea a la vez.
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Realiza descansos programados a lo largo del día
¡Sé inteligente con tus descansos! Utiliza un temporizador para programar momentos de concentración, pero también de descanso. Tomarte entre cinco y diez minutos de relax cada hora para salir a caminar, tomar un vaso de agua o hablar con algún compañero, hará que tu mente descanse y, de alguna forma, se reinicie.
De todos modos no olvides controlar también el tiempo que dedicas a descansar ya que corres el riesgo de excederte y terminar tomándote descansos demasiado largos.
Dedica un tiempo a hacer ejercicio para mejorar la concentración
¿Sabías que hacer ejercicio regularmente puede ayudarte a mejorar tu capacidad de atención y concentración? Esto se debe a que el ejercicio físico hace que nuestro cuerpo genere hormonas como la dopamina, la serotonina o las endorfinas que mejoran nuestro estado de ánimo y nuestra motivación, permitiéndonos tener más energía para concentrarnos mejor.
Antes de empezar a trabajar o durante la hora de la comida, puedes salir a caminar o a correr fuera de la oficina, o incluso hacer ejercicio en tu escritorio si el tiempo lo permite. También es recomendable que, si es posible, te tomes unos minutos para pasear por un parque cerca de tu oficina. El aire fresco te hará sentir con más energía y tu organismo recibirá más oxígeno, lo que contribuirá a mejorar tu concentración y productividad.
Prioriza tus tareas productivas y deja para después las no productivas
Para ayudarte a lidiar con tu lista de tareas diarias, prioriza la que pienses que más te llevará completar. Además, intenta dividir las tareas más largas en pequeñas subtareas más manejables. Por ejemplo, si tienes que hacer una presentación, comienza por crear un esquema de los temas a incluir.
Por otro lado, si deseas evitar que distracciones como mirar el pronóstico del tiempo o chequear tus redes sociales te quiten demasiado tiempo, ten a mano un cuaderno. Cada vez que sientas la necesidad de hacer algo que no sea relevante para tu labor, anótalo. Una vez terminadas tus tareas importantes, revisa la lista y decide si hay alguna actividad que es lo suficientemente importante como para hacerla.
Mejorar tu concentración es un proceso largo y para el que hay que tener mucha constancia. También hay que ser creativo, ya que existen muchas otras formas de mejorar además de las que te acabamos de contar aquí. Por ejemplo, la meditación, la lectura o dormir y comer bien, también son maneras, aunque indirectas, de mejorar tu concentración en el trabajo.