¿Cuáles son las principales características del desarrollo organizacional? ¿Por qué puede ser clave para tu empresa? Y ¿Cómo implementarlo? En este artículo te damos las respuestas.
Hace tiempo en el mundo corporativo se habla de la mejora continua como un elemento más para el éxito. Si esto lo trasladamos a todas las áreas de una compañía y ponemos en el centro a las personas, entonces nos acercamos a la definición de desarrollo organizacional.
Pero, sin dudas, el concepto va mucho más allá y para poder entenderlo es fundamental conocer cuáles son sus características. ¡Vamos a ello!
Tabla de contenidos
¿Qué es el desarrollo organizacional?
El desarrollo organizacional (DO) es un plan a largo plazo para modificar los comportamientos y el desempeño de la empresa. Es también un proceso de mejora de la eficiencia a través del cambio planificado, porque todas las decisiones se toman basadas en objetivos concretos.
¿Esto implica no dar lugar a lo circunstancial? En cierta forma sí. Porque es un proceso que está más alineado a las características de la organización, ya sea empresarial o administrativa. Dejando algo relegadas las características de la organización informal. Aunque estas son admitidas y, podríamos decir también, inevitables, cuando se trata de alcanzar objetivos, tener un plan estructurado es fundamental para conseguirlo.
Por eso, hablamos de desarrollo organizacional como un conjunto de estrategias y cambios planificados que reúnen, claro está, características de la organización empresarial tales como:
- Estructura. La estructura organizacional es el armazón que sostiene todos los demás elementos del funcionamiento de la empresa.
- Funciones. Al tener una estructura se pueden definir mejor las jerarquías y las actividades a realizar en cada área. De esta forma, se definen de manera más precisa las funciones de cada equipo y de cada colaborador dentro de este.
- Responsabilidades. Gracias a lo anterior es posible establecer con claridad los distintos niveles de responsabilidad de cada persona de la organización.
- Objetivos. Por último, nada es aleatorio o circunstancial en el desarrollo organizacional. Todo está alineado a uno o varios objetivos. Los cuales, a su vez, responden al enfoque estratégico definido por la empresa.
Sin embargo esta es tan solo una parte de lo que representa el concepto. No debemos confundir las características de la organización administrativa con las características del desarrollo organizacional que incorporan, además de lo netamente mecanicista, el factor colaborativo y humano.
¿Cuáles son las principales características del desarrollo organizacional?
Dijimos al principio que para definir el concepto protagonista de este artículo necesitamos conocer qué lo caracteriza. Y eso se debe a que no es posible reducirlo a una sola idea. Por ello, ahora vamos a avanzar con las 8 principales características del desarrollo organizacional:
1. Largoplacista
Precisamente esta es una de las características que identifican al desarrollo organizacional: anticiparse en el tiempo, planificar a largo plazo.
Lo que se busca es aumentar la eficiencia de la empresa y eso no se consigue de la noche a la mañana. Pero, más allá de esto, la planificación a largo plazo brinda una guía en medio de la incertidumbre.
En tiempos como los actuales, donde el cambio se transformó en lo constante, las empresas necesitan tener una meta clara en la que enfocar sus esfuerzos. Quizás aparezca el impulso de modificar estructuralmente la compañía porque el contexto parece exigir. Pero, tal vez, esa acción anula todos los progresos realizados para alcanzar un objetivo al que todavía no se llegó.
La planificación a largo plazo como una de las características del desarrollo empresarial plantea la importancia de tener un horizonte más amplio, evitando centrarse en lo micro. Para, de esta forma, tomar mejores decisiones y, en caso de perder el rumbo, saber en qué punto estás y qué alternativas tienes para avanzar a partir de ahí.
2. Integral
El desarrollo organizacional requiere de la planificación a largo plazo porque los cambios que propone son integrales. Eso quiere decir que involucran a toda la compañía y, por tanto, son transformaciones profundas.
Entre otras cosas:
- En principio, propone una revisión de la misión, visión y valores de la empresa.
- Para continuar con el rediseño de la estructura organizacional.
- Lo que produce cambios en los comportamientos dentro de la compañía y en el modo de hacer las cosas.
- Todo lo que, invariablemente, conduce a la transformación de la cultura organizacional.
Básicamente, implica remover las bases de una empresa. Por ello, cada área, cada proceso, cada uno de los recursos serán parte del cambio. Esta es una de las principales diferencias entre el desarrollo organizacional y los Recursos Humanos.
Mientras que este último se enfoca en ayudar a las personas de la compañía, evaluar y controlar su rendimiento y llevar a cabo todos los procesos administrativos vinculados a los trabajadores, el desarrollo organizacional tiene una visión más amplia y relacionada con la toma de decisiones.
Por eso el DO involucra directamente a la jerarquía más alta de la organización. En este sentido, RR.HH. es una parte más del proceso de desarrollo organizacional.
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3. Sistemático
Si nos preguntamos cuáles son las características de la organización o del desarrollo de esta, la idea de sistema aparece como una de las principales. Al tener un enfoque integral, el desarrollo organizacional se centra en el todo y también en sus partes, es sistemático.
Una de las características de la organización como sistema es que cuenta con múltiples subsistemas, todos interrelacionados entre sí y con funciones específicas.
Dentro del sistema se agrupan personas y roles que se distribuyen de acuerdo a los diversos subsistemas (departamento de marketing, contabilidad, finanzas, etc.). De manera tal que las relaciones pueden visualizarse y comprenderse con claridad mediante un organigrama.
Es prácticamente como trazar un mapa y entender:
- Dónde está ubicada cada persona dentro de la empresa.
- Qué hace en ese lugar.
- Con quiénes se vincula de manera directa e indirecta.
Estos componentes interactúan entre sí para alcanzar ciertos objetivos. Por ello, cada cambio que se produzca en las distintas partes del sistema afecta a las demás.
De esta forma, el desarrollo organizacional es un sistema abierto porque está integrado por diversas unidades relacionadas entre sí. Las cuales trabajan en armonía para alcanzar una serie de objetivos, tanto de la empresa como de sus miembros. Pero que, al mismo tiempo, tienen autonomía.
Cada uno de los departamentos que conforman la empresa tiene su propio funcionamiento, objetivos y toma sus propias decisiones. Siempre teniendo en cuenta las metas comunes de la empresa como punto de llegada.
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4. Colaborativo
La mayoría de las características del desarrollo organizacional se enfoca en la creación de equipos de trabajo que sean capaces de colaborar entre sí para alcanzar los objetivos. Por ello, gran parte de los esfuerzos de esta estrategia se dirigen a generar un ambiente laboral adecuado para cada uno de los trabajadores que forman parte de la empresa.
Esto nos anticipa que una de las ventajas principales del desarrollo organizacional es la creación de espacios de trabajo colaborativos. Donde se promueven e incentivan la mayoría de los valores asociados al trabajo en equipo.
De esta forma, se generan ambientes laborales saludables, donde los colaboradores se pueden relacionar de forma sana con sus pares, para potenciarse y llegar más rápido a sus metas.
Sin duda, esto consigue promover el sentido de pertenencia, para conseguir que los empleados estén mucho más comprometidos con los objetivos generales de la compañía. Pero también, les da una perspectiva mucho más amplia de su rol dentro de la organización y su relevancia en los procesos y el desempeño general de la empresa.
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5. Dinámico
Todo plan de desarrollo organizacional tiene que ser dinámico y por consiguiente, adaptable. Al funcionar como sistema abierto, esto lo hace permeable a todas las transformaciones que se producen en el ambiente. Es decir que las empresas que deciden implementar esta planificación a largo plazo se ven afectadas por las variables externas.
Si bien este es un fenómeno de la globalización, de alguna manera, estas compañías se insertan en entornos donde prácticamente las fronteras no existen y muchas de las variables son desconocidas e incontroladas.
La pandemia es el ejemplo más claro de esto. Nadie lo podía anticipar y, sin embargo, todo el mundo se vio afectado y las empresas y los trabajadores tuvieron que adaptarse rápidamente a la situación.
Hoy, más que nunca, el desarrollo organizacional debe ser dinámico para tener la capacidad de adaptarse a las exigencias del entorno laboral, social y competitivo y garantizar el crecimiento de la empresa. De ahí que esta estrategia se conciba como un proceso continuo.
6. Basado en datos
Otra de las características del desarrollo organizacional que más se destacan se relaciona a la importancia que cobran los datos. Las acciones que se llevan a cabo en el proceso de desarrollo organizacional se basan en investigaciones, experimentos y la información que se obtiene de estos.
Quienes están a cargo de llevar adelante el proceso de desarrollo empresarial dedican buena parte de su tiempo a recopilar datos que luego analizan a través de distintas herramientas para la toma de decisiones.
Esto es esencial para facilitar la implementación de este tipo de sistema, teniendo en cuenta que el enfoque es a largo plazo y se necesita hacer previsiones informadas. Algo que solo es posible con un riguroso proceso de investigación y búsqueda de datos.
7. Innovador
La innovación es otra de las cualidades del desarrollo organizacional. Esto se ve reflejado principalmente en la adopción de nuevas herramientas y tecnologías que facilitan la transición al nuevo modo de hacer las cosas en la empresa.
Además de facilitar la transición, la adopción de nuevas tecnologías es una decisión estratégica para mejorar el rendimiento del equipo. Lo que a su vez optimiza los procesos de la empresa para que sean más rápidos y eficaces.
Cada vez más las compañías buscan formas de ganar agilidad, productividad y así acortar el camino hacia los resultados deseados. Por eso, incorporar la innovación como un proceso constante dentro de cada área de la empresa es clave. La tecnología es protagonista en este sentido.
Si un software permite automatizar tareas y con ello reduce el tiempo que el equipo debe destinar a una actividad, sin dudas, la productividad aumenta. Facilitar el día a día del talento también reduce la fricción cotidiana, la frustración y la pérdida de tiempo en tareas repetitivas. Es una forma de mejorar la experiencia de los empleados y, con ello, contribuir a su motivación.
Al final, la innovación es un diferencial competitivo que se refleja en el día a día de los colaboradores. Pero que también distingue a la empresa frente a sus competidores y repercute positivamente en el éxito de la empresa.
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8. Centrado en las personas
Dejamos para lo último la que consideramos una de las características del desarrollo organizacional que resultan esenciales: centrarse en las personas.
Si revisamos el resto de atributos asociados a este concepto veremos que buena parte de sus elementos se orientan a conseguir ventajas estratégicas y productivas relacionadas al talento.
En este sentido, el enfoque es muy claro, el éxito de las empresas se basa en gran medida en la adecuada gestión de sus recursos. Y dentro de esos recursos, los humanos son los más importantes.
Por lo tanto, para que el talento pueda trabajar coordinadamente y en colaboración en pos de los objetivos. La planificación, los procesos, las herramientas y todos los cambios deben tener a los trabajadores en el centro.
Esto implica que en cada decisión que se tome se debe evaluar cómo afectaría eso a las personas de la empresa. Esto aplica tanto en el rediseño de la estructura organizacional, como si se modifican los procesos o se adopta una nueva tecnología.
Todos estos cambios repercuten en el día a día de los colaboradores y, por tanto, la planificación a largo plazo no puede ir al margen de las necesidades del equipo.
¿Cuáles son las etapas del desarrollo organizacional?
Ahora que están claras las principales características del desarrollo organizacional es necesario conocer las etapas de este proceso. Para poder implementar esta clase de plan a largo plazo hay una serie de fases por las que se debe atravesar.
Porque, como dijimos, el desarrollo organizacional no ocurre de la noche a la mañana y, sobre todo, es un proceso continuo.
Etapa 1: Diagnóstico
Aunque hay muchas formas de encarar el desarrollo organizacional, el punto de partida siempre debe ser la información. Por lo tanto, todo comienza con el diagnóstico.
Esta es una etapa en la que se investiga la situación de la empresa y el o los problemas que enfrenta. Esto se realiza mediante un proceso colaborativo de recopilación de datos que involucra a todos los líderes de cada área. Pero también al resto del personal.
Por ello en esta fase se suelen utilizar técnicas y herramientas tales como:
- Encuestas.
- Reuniones de equipo.
- One to one con el liderazgo de la empresa.
Para que esta etapa del proceso funcione de manera óptima lo ideal es contar con el software adecuado que facilite la comunicación interna y permita también recabar datos de manera precisa.
A su vez, la fase de diagnóstico implica compartir los resultados con el liderazgo de la empresa para poder analizar los pasos a seguir.
Etapa 2: Implementación
Tras investigar la situación y comunicar sus hallazgos, es momento de pasar a la etapa de planificación estratégica. En este punto, el diagnóstico se transforma en un plan de acción con pasos bien definidos y medidas para implementar los cambios que sean necesarios.
Cada intervención debe estar planificada. Son acciones o eventos que interrumpen la forma habitual de hacer las cosas en la empresa para promover el cambio positivo que se requiere.
Sin embargo, no debemos olvidar el componente dinámico presente en el desarrollo organizacional. Si bien cada paso debe estar planificado de antemano, también habrá momentos o circunstancias que pueden requerir intervenciones no planificadas.
Etapa 3: Evaluación
Hacer un adecuado seguimiento de estas acciones es fundamental para poder realizar los ajustes que sean necesarios de manera dinámica. Entonces, una vez que se puso en marcha el plan de desarrollo organizacional, es hora de pasar a la fase de evaluación.
Esta instancia sirve para analizar si las intervenciones produjeron los resultados deseados. En caso de que no, se pueden tomar las medidas y ajustes necesarios para seguir avanzando. Esta es una clara muestra de que el desarrollo organizacional es un proceso continuo.
En este punto, las métricas son clave. Por ejemplo, puedes implementar un software de RR.HH para definir y medir objetivos de tus colaboradores y hacer un seguimiento detallado del nivel de progreso.
También, en esta instancia, las herramientas de evaluación de desempeño son muy útiles, porque te brindan datos muy precisos sobre el rendimiento de tu equipo.
👉 Por cierto, si quieres saber cómo hacer una evaluación de desempeño, accede al modelo de cuestionario.
Etapa 4: Feedback
Hace muy poco tiempo en otro artículo te hablamos de la importancia de dar feedback a tus trabajadores. Está claro que se trata de una parte esencial de la gestión de personal. Sin embargo, también es clave en el proceso de desarrollo organizacional.
Si has conseguido evaluar el desempeño del talento, así como el progreso hacia los objetivos y el rendimiento de cada proceso y área de la empresa. Es momento de compartir esta información con el resto del equipo.
No hay dudas de que el desarrollo organizacional puede ser un proceso de transformación arduo para cualquier tipo de empresa. Por eso, contar con herramientas que permitan automatizar las tareas repetitivas y agilizar las gestiones es clave.
Uno de esos recursos es el software de RR.HH. Una solución completa para gestionar al talento y mejorar su rendimiento.
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