Calmar la ansiedad no es tan simple como encender o apagar un interruptor. Quienes padecen esta clase de condición pueden tener muchas dificultades para desenvolverse en la vida cotidiana. Cuando ocurre la ansiedad en el trabajo, la consecuencia directa es un colaborador que no puede alcanzar sus objetivos, que no produce resultados y, sobre todo, que padece su empleo.
Hoy en día, la ansiedad en el trabajo no es un tema menor. No basta con “ponerle buena cara” o con decirle a alguien que se relaje. Cuando una persona atraviesa un cuadro de ansiedad relacionado con su entorno laboral, su rendimiento se ve afectado, su motivación disminuye y, lo más preocupante, su salud mental se deteriora.
Para quienes lideran equipos, reconocer y actuar frente a esta situación es crucial. La ansiedad en el trabajo puede manifestarse de muchas formas: dificultad para concentrarse, sensación constante de agobio, pensamientos negativos ligados al empleo o incluso problemas físicos como insomnio o fatiga. Si no se atienden a tiempo, estos síntomas tienen el potencial de convertirse en un obstáculo tanto para el colaborador como para el equipo completo.
En este artículo vamos a profundizar sobre qué es la ansiedad en el trabajo, cómo identificarla, qué la provoca y qué consecuencias trae consigo. También te compartiremos estrategias prácticas para ayudar a tu equipo y reducir el impacto del estrés laboral. Porque una buena gestión del talento en lo emocional no solo mejora el ambiente laboral, también fortalece los resultados de tu empresa.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad en el trabajo es una respuesta emocional y fisiológica ante factores del entorno laboral que se perciben como amenazantes, desbordantes o incontrolables. Aunque forma parte de una reacción natural del organismo ante situaciones de estrés, como cumplir una meta importante o afrontar una evaluación de desempeño, se convierte en un problema cuando es persistente, intensa y afecta el bienestar general del colaborador.
A diferencia de la ansiedad general o clínica, que puede surgir en cualquier ámbito de la vida cotidiana (como relaciones personales, salud o finanzas), la ansiedad en el trabajo está directamente relacionada con el contexto profesional. Esta puede desencadenarse por múltiples factores: cargas excesivas de trabajo, ambientes laborales tóxicos, falta de reconocimiento, incertidumbre organizacional o mala comunicación interna.
Principales sintomas de la ansiedad laboral:
- Dificultad para desconectarse del trabajo durante su tiempo libre.
- Preocupaciones constantes por su rendimiento o estabilidad laboral.
- Sensación de agotamiento emocional frente a tareas cotidianas.
- Evitación de reuniones, entregas o responsabilidades por miedo al fracaso.
- Inseguridad al expresar emociones o pedir ayuda dentro del equipo.
Aunque no se trata de un diagnóstico clínico como los trastornos de ansiedad reconocidos por manuales psiquiátricos, sí puede evolucionar hacia ellos si no se atiende a tiempo. Por eso, es tan importante que las organizaciones aprendan a identificar sus señales y promuevan entornos psicológicamente seguros, donde las emociones puedan expresarse sin temor a juicios o represalias.
En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS), estimó que el 15% de los adultos en edad de trabajar tenía un trastorno mental. Además, a nivel mundial, se pierden aproximadamente 12,000 millones de días de trabajo cada año debido a la depresión y la ansiedad, lo que representa un costo de 1 billón de dólares anuales en pérdida de productividad.
Comprender qué es la ansiedad en el trabajo es el primer paso para actuar. La prevención, el acompañamiento emocional y la implementación de políticas de bienestar protegen la salud mental de los equipos y potencian su productividad y compromiso.
Causas comunes de la ansiedad laboral
La forma en que se experimenta la ansiedad en los centros de trabajo y los factores que la desencadenan son diferentes para cada persona. Para algunos trabajadores las fechas de entrega o la aproximación de una presentación son suficientes para causar cuadros de ansiedad.
Para otros, las situaciones sociales como la falta de conexión con los compañeros, un clima de trabajo tóxico o la mala cultura organizacional pueden llevarlos a sufrir ansiedad laboral.
Pero también están aquellas situaciones que son los problemas más notorios que afronta el talento y que impactan en su salud mental. Nos referimos a las preocupaciones sobre su seguridad laboral, los cambios en la empresa o incluso las condiciones macroeconómicas. Todo ello también puede provocar ansiedad vinculada al trabajo.
Sumado a errores de gestión de talento que contribuyen a generar espacios de trabajo disfuncionales. Por ejemplo:
- Objetivos poco claros.
- Insatisfacción por el rol asignado, que no es acorde a las habilidades o competencias del trabajador.
- Exigencias poco realistas de parte de jefes y líderes.
- Falta de apoyo por parte del empleador.
- Exceso en la carga de trabajo que da como resultado un desequilibrio entre la vida laboral y personal.
- Agotamiento creciente.
- Conflictos en el entorno laboral, como el acoso o mobbing laboral.
- Compromisos para los que el talento no se siente preparado.
- Falta de escucha.
- Inseguridad laboral.
- Desequilibrio entre la vida personal y laboral.
- Comunicación deficiente.
Señales de ansiedad en tu equipo de trabajo
Antes de hablar sobre cómo acompañar a un equipo que atraviesa episodios de ansiedad, es fundamental saber reconocer sus señales. Como mencionamos anteriormente, es poco común que un colaborador exprese abiertamente que está lidiando con ansiedad en el trabajo. Sin embargo, existen indicadores conductuales y emocionales que pueden alertarnos de que algo no anda bien.
Estos signos no siempre son evidentes a simple vista, pero aprender a identificarlos es clave para intervenir a tiempo, evitar el desgaste emocional del equipo y fortalecer el clima laboral.
- Retrasos en entregas: El colaborador no cumple los plazos asignados, incluso cuando cuenta con el tiempo suficiente para hacerlo.
- Olvidos frecuentes: Pérdida de citas, correos sin enviar o tareas básicas que antes realizaba con normalidad.
- Falta de concentración: Dificultad para enfocarse, cometer errores simples o necesitar más tiempo para tareas habituales.
- Rechazo al feedback: Respuestas defensivas o reacciones desproporcionadas ante críticas o sugerencias.
- Ausentismo recurrente: Faltas al trabajo por malestares físicos como dolor de cabeza, tensión muscular o malestar estomacal.
Estrategias para calmar la ansiedad laboral en equipos
Sin dudas, la pandemia y la crisis económica son grandes motivos por los que el estrés y los problemas de salud mental van en aumento en la región. Sin embargo, quedarnos en esa idea no es suficiente para contribuir a generar espacios de trabajo más saludables para el talento. Te contamos qué medidas puedes tomar a continuación.
Brindar seguridad psicológica
La investigadora de Harvard, Amy Edmondson definió la seguridad psicológica como la creencia compartida de que el equipo es un lugar seguro para desarrollarse e incluso asumir riesgos.
Por otro lado, a través de una investigación de Google se descubrió que la seguridad psicológica es central para los equipos de alto rendimiento. Según el estudio, los miembros de grupos con mayor seguridad psicológica generan más ingresos y tienen menos rotación.
Aunque no hay reglas preestablecidas que funcionen para todo el mundo, existen ciertas prácticas que pueden funcionar muy bien:
- Demostrar empatía. Puedes hacer esto prestando toda tu atención cuando alguien está expresando lo que le pasa y lo que necesita. Escucha activamente y brinda soluciones que consideren la perspectiva del colaborador.
- Ser comprensivo. Quizás la presentación falla o el proyecto no es acorde a las expectativas, pero el feedback debería ser siempre respetuoso y considerando que todo se puede mejorar. Es decir, cuando le des retroalimentación a un trabajador identifica el problema, pero enfócate en las formas de solucionarlo.
- Generar espacios de trabajo inclusivos. Para cultivar la seguridad psicológica, es necesario trabajar en la conexión del equipo. Por ello, es clave fomentar el sentido de pertenencia y hacer que todos se sientan integrados, con sus diferencias y particularidades. Ya que cada persona dentro del equipo aporta al crecimiento de la empresa. Por lo tanto, todos deberían sentirse valorados en la misma medida.
- Involucrar al personal en la toma de decisiones. Deja en claro que te gustaría escuchar las opiniones de todos los miembros del equipo. Incluso aquellos que son más reservados o temen opinar en público, puedes buscarlos en privado para que den su aporte y sientan que son partícipes de las decisiones que se toman en la organización.
Indicar con claridad las expectativas y objetivos
La falta de expectativas y objetivos claros da como resultado trabajadores a la deriva. Si los empleados deben estar consultando qué tareas deben hacer en el día o no terminan de entender para qué hacen lo que hacen y cómo se relaciona su actividad en los resultados del negocio, probablemente se sientan muy frustrados y perdidos. Lo cual puede generar ansiedad laboral.
Esto genera sentimientos negativos vinculados al trabajo, porque la incertidumbre no es buena cuando es permanente. Las dudas sirven para avanzar, pero una cosa es tener una inquietud puntual y otra muy distinta es no tener ni una certeza de lo que sigue a continuación.
Sin una hoja de ruta clara, tus colaboradores simplemente se presentan cada día sin saber qué les deparará su trabajo. Imagina cómo te sentirías en su lugar. Con ansiedad ¿verdad? Para ayudar a reducirla en tus trabajadores puedes:
- Brindar pautas de trabajo claras.
- Documentar los procesos y las tareas para que todos sepan qué deben hacer.
- Definir objetivos precisos y medibles que permitan que el talento pueda conocer su nivel de progreso.
Esto les brinda una perspectiva muy concreta sobre qué deben hacer para seguir avanzando. Así, pueden tener mayor control sobre su labor, lo que les ayuda a calmar la ansiedad.
Establecer límites saludables para la carga de trabajo
No todas las empresas manejan la carga de trabajo del talento de manera equilibrada. Muchas veces, esto es algo imposible de ver para quienes gestionan personal.
Por eso es clave incluir encuestas de satisfacción aplicadas a los trabajadores. Esto te permite medir distintas variables, entre las cuales puedes incluir preguntas concretas sobre el volumen de tareas asignado. Y así medir la ansiedad en el trabajo.
Asimismo, establecer límites es una excelente manera de brindar calma a tu equipo. Porque esto hace que los trabajadores sepan qué esperar y también qué es lo que se espera de ellos.
Por otro lado, una adecuada carga de trabajo les ayuda a conciliar mejor su vida laboral y personal. Al mismo tiempo, al tener un mayor equilibrio de tareas pueden respetar mejor sus horas de descanso y desconexión. Todo lo que al final se traduce en un beneficio para su salud mental.
👉 Accede a nuestra guía completa para gestionar la salud mental en tu espacio de trabajo.
Fomentar la monotarea
Esto es algo de lo que felizmente se está volviendo a hablar. Tras una era donde el mundo laboral impulsó la tendencia de crear equipos de trabajo multitarea o multitasking, vemos cómo, poco a poco, esto se empieza a revertir.
Sin embargo, como toda práctica que lleva instalada tanto tiempo en las empresas, es difícil de erradicar. Tanto en quienes gestionan personas, como en los propios colaboradores.
Porque luego de insistir durante tantos años en la importancia de desarrollar la capacidad de realizar múltiples tareas al mismo tiempo, ahora puede ser complejo pedirles que se enfoquen en una sola cosa a la vez. Sin embargo, es necesario si quieres calmar la ansiedad laboral de tu equipo.
Diversos expertos en psicología coinciden en que al hacer varias tareas a la vez nos volvemos menos eficientes, porque nos sobrecargamos y esto en la mayoría de las ocasiones puede bloquearnos.
Al fomentar la monotarea, el colaborador consigue un enfoque pleno en cada actividad que realiza, lo que le permite resolver más cosas en menos tiempo. Sin dudas, mejora la calidad de su trabajo y con ello, aumenta su seguridad, lo que le brinda más calma.
Preguntar y aprender a escuchar
Para calmar la ansiedad de tu equipo es clave tomarlo como un trabajo a largo plazo. Es decir, debe ser sostenible y perdurable en el tiempo. Por eso, va mucho más allá de ofrecer pases para un gimnasio o clases de yoga en la oficina.
Es una tarea mucho más profunda y, quizás por eso, más ardua. Puesto que implica priorizar el bienestar de los trabajadores, entendiendo que solo de esta manera se quedarán en la empresa y podrán aportar verdadero valor.
Recuerda que el seguimiento debe ser constante. No basta con hacer una o dos encuestas de satisfacción al año. Es necesario mantener el diálogo de forma fluida, usar la políticas de puertas abiertas para que los trabajadores sientan que en tu oficina siempre encontrarán a alguien que los escuche.
Los problemas de salud mental no son fáciles de conversar. Muchas personas los padecen en soledad. Tratándose de los espacios laborales es aún más complejo, porque manifestar que se padece estrés o ansiedad por trabajo para una parte del talento representa mostrarse débil ante su empleador. Con ello aparece el miedo de perder su empleo.
Es fundamental estar ahí para los trabajadores, preguntar qué es lo que necesitan todas las veces que haga falta. Y, sobre todo, escuchar de verdad.
Técnicas individuales para manejar la ansiedad en el trabajo
Cuando se trata de reducir la ansiedad en el trabajo, adoptar herramientas individuales puede marcar una gran diferencia en el bienestar cotidiano. En los últimos años, estás prácticas han demostrado su eficiencia para ayudar a manejar el estrés, mejorar la concentración y la actitud frente a los desafíos laborales.
Una de estas técnicas es la relajación muscular progresiva, que consiste en tensar y relajar distintos grupos musculares de forma secuencial. Este ejercicio permite tomar conciencia del cuerpo y liberar la tensión acumulada, algo común en jornadas laborales exigentes.
Otra estrategia útil y muy reconocida es el mindfulness o atención plena. A través de la meditación guiada o ejercicios de respiración consciente, esta técnica ayuda a calmar la mente, reducir pensamientos intrusivos y recuperar el enfoque en el presente. Practicar mindfulness de forma regular puede disminuir la reactividad emocional ante situaciones estresantes.
Finalmente, el ejercicio físico regular es una de las formas más accesibles y efectivas para regular el sistema nervioso. Caminar, correr, nadar o practicar yoga contribuye a liberar endorfinas, mejorar el estado de ánimo y contrarrestar los efectos de la ansiedad prolongada.
Incorporar estas prácticas a la rutina diaria es un paso clave para gestionar la ansiedad de forma proactiva y sostenible.
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Mejora la gestión de talento con un software de RR.HH.
Todo lo que vimos a lo largo de este artículo demuestra que calmar la ansiedad en el trabajo es una necesidad presente en muchas organizaciones. Cada vez más las exigencias de la vida moderna nos llevan a padecer esta clase de cuadros que afectan nuestra calidad de vida en el trabajo.
Pero, desafortunadamente, no todas las empresas están listas para esta conversación. Y muchas otras carecen de la infraestructura necesaria para hacer el seguimiento correspondiente y ofrecer las respuestas acordes.
Sin embargo, la tecnología es de gran ayuda para que incluso las empresas más pequeñas puedan brindarle una mejor calidad de vida a sus trabajadores. En este sentido, un software de RR.HH. contribuye a crear espacios de trabajo más humanos.
¿Cómo? Al ofrecer múltiples funcionalidades que facilitan el día a día del equipo de capital humano, los profesionales del área pueden dedicar más tiempo a las personas.
Al final, lo que divide el mundo laboral entre las empresas que se ocupan del bienestar de sus colaboradores y aquellas que no, es el tiempo.
