No existe una única solución que se adapte a todas las situaciones para lograr la igualdad en el trabajo. Sin embargo, la discriminación positiva es una alternativa que puede ayudar a favorecer a los grupos minoritarios. Los cuales históricamente han sido discriminados en los entornos laborales.
Mujeres, inmigrantes, minorías étnicas, pueblos indígenas o personas con discapacidad son algunos de los colectivos que a lo largo de la historia han sufrido desigualdad en el empleo. Ya sea para acceder a este, permanecer o gozar de condiciones laborales dignas y equitativas.
Para mejorar esta situación, la discriminación positiva contempla medidas especiales en los Estados y organizaciones. En el caso concreto de las empresas, hay todo un mundo por explorar. Hoy vamos a adentrarnos en este para entender qué es la discriminación positiva y cómo se aplica en el ámbito laboral.
Tabla de contenidos
¿Qué es la discriminación?
Una forma de comenzar a definir el concepto que protagoniza este artículo es en relación a su opuesto. ¿Qué es la discriminación? Este es el trato desigual hacia una persona o grupo por motivos de género, de edad, raza, religión, diferencias físicas, políticas, orientación sexual, entre otros.
La discriminación ocurre cuando una persona no puede disfrutar de sus derechos en condiciones de igualdad, debido a una distinción injustificada que se establece en la ley, una política o trato aplicados.
En el ámbito laboral, la discriminación es toda situación en la que un trabajador se ve perjudicado respecto a sus compañeros por motivos que no están relacionados con su desempeño laboral.
De acuerdo con el Convenio núm. 111 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se entiende por discriminación en el trabajo “cualquier distinción, exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional u origen social que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación”.
A su vez, queda dentro de este concepto cualquier otra distinción, exclusión o preferencia que anule o altere la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo u ocupación.
👉 Para profundizar: aprende cómo evitar la discriminación laboral en tu empresa.
¿Qué tipos de discriminación existen?
Lamentablemente, la discriminación es un fenómeno presente en diferentes ámbitos. En el laboral, según la OIT es una realidad con la que deben convivir millones de personas. Algunas de las formas en que estas prácticas discriminatorias se presentan son:
- Género. Este es uno de los tipos de discriminación que más estuvo en discusión en los últimos tiempos. Sin embargo, sigue existiendo. El índice global de brecha de género, donde el 100% significa paridad total y el 0% disparidad completa, se sitúa actualmente en el 68,1%.
- Clase social. Esta es la actitud de quienes defienden la discriminación por motivos de pertenencia a otra clase social. Lo que también se denomina clasismo.
- Religión. La discriminación religiosa es una de las más presentes en todo el mundo. De hecho, en 2018 al menos el 80% de la población mundial la sufría.
- Edad. 2 de cada 3 trabajadores de entre 45 y 74 años dicen haber visto o experimentado discriminación por edad en el trabajo. A su vez, los mayores de 35 en búsqueda activa de empleo lo citan como el principal obstáculo para ser seleccionados en un proceso de reclutamiento.
- Racial. Inmigrantes, minorías étnicas y pueblos indígenas son los grupos afectados por este tipo de discriminación. Aquí se despliegan teorías de supuesta superioridad de un grupo racial o étnico sobre otro o sobre las eventuales repercusiones negativas que pueden ocasionar al país las culturas extranjeras.
- Discapacidad. La forma más habitual de discriminación en este caso es negar oportunidades en el mercado de trabajo o la educación. La tasa de desempleo de las personas con discapacidad alcanza el 80% en las economías en desarrollo. Además, estas personas, por lo general, solo acceden a empleos con bajos ingresos, no calificados y sin protección social.
¿Qué es la discriminación positiva?
La discriminación positiva se refiere a un conjunto de políticas y prácticas dentro de un gobierno u organización para aumentar la representación de determinados grupos. En función de su género, raza, nacionalidad, sexualidad o credo. Esto en ámbitos en los que no gozan de la misma representación, como el empleo por ejemplo.
Algunos de los objetivos de la discriminación positiva son:
- Reducir las desigualdades.
- Aumentar el acceso de grupos minoritarios o menos representados históricamente.
- Promover la diversidad.
- Reparar las acciones discriminatorias en el ámbito en que se aplique.
Así, el término discriminación positiva se refiere también a acciones positivas o especiales. Estas se aplican para fomentar una mayor igualdad en los espacios de trabajo, mediante el apoyo a grupos de personas que enfrentan, o han enfrentado, una discriminación arraigada. Así estas medidas se implementan para que estos grupos puedan tener igual acceso a las oportunidades que otros tienen.
En este sentido, ejemplos de discriminación positiva pueden ser cuando se promueven políticas de integración e igualdad en las empresas. En estos casos, puede darse que las organizaciones reserven un porcentaje concreto de su nómina para trabajadores y trabajadoras con discapacidad, para mujeres o minorías étnicas.
Así, cuando la situación de la que parte el talento es desigual lo justo es que las empresas incorporen medidas que brinden un equilibrio. Estas iniciativas lejos de ser discriminatorias para el resto ayudan a corregir una circunstancia originariamente injusta.
La discriminación positiva en las distintas legislaciones
La definición anterior de discriminación positiva no es suficiente, porque el término varía en función del país y la legislación. Por ejemplo, en el Reino Unido es ilegal contratar a alguien simplemente por su pertenencia a un grupo desfavorecido. En cambio, se permite tener en cuenta la pertenencia a una minoría cuando los candidatos tienen los mismos méritos.
En Latinoamérica el caso es diferente. Este es uno de los tipos de discriminación que tiene lugar en varias legislaciones, como la de Chile, Colombia y Argentina. En este último caso, por ejemplo, existe desde 2020 la Ley de Cupo Laboral Travesti Trans en el Sector Público Nacional. Esta garantiza el 1% de la totalidad de cargos a personas travestis, transexuales y transgénero. No se evalúa el mérito, sino la pertenencia a este colectivo.
Lo mismo ocurrió con la antigua Ley de cupo femenino, que en su momento determinó que al menos el 30% de las listas de candidatos de los partidos políticos estuviera ocupado por mujeres. Aunque esa normativa ya no existe, sino que cambió por la Ley de paridad de género en los órganos legislativos, sirvió de inspiración para otras normas creadas en la región. Tal es el caso de Chile que creó la ley 20.840, la cual establece que los candidatos de ningún género pueden superar al 60% del total de cada partido.
En el caso de Colombia, uno de los ejemplos de discriminación positiva que figuran en su legislación es el establecido en la Ley 1618. En esta se determina una puntuación adicional en los procesos de licitación pública, concurso de méritos y contratación directa, para las empresas que en su nómina de trabajadores incluyan personas con discapacidad. Lo mismo aplica para las organizaciones pertenecientes a personas con discapacidad, familiares y tutores.
¿Cómo se aplica la discriminación positiva?
En principio, debemos decir que la discriminación positiva nace como política de Estado. En muchos casos, las empresas se unen a estas iniciativas y las trasladan a su ámbito. Pero también puede ocurrir que actualmente no encuentres una norma viable para tu establecimiento. Entonces ¿cómo se aplica la discriminación positiva? ¿Qué acciones puedes tomar para implementarla?
Lo cierto es que como líder de empresa o incluso responsable de Recursos Humanos puedes desarrollar tu propio plan de medidas positivas o acciones positivas, como también se reconoce a este tipo de discriminación. Estás, deberían ser el resultado de un riguroso análisis al interior de tu empresa.
El punto de partida de toda compañía que busque implementar acciones positivas es comenzar por cuestionar sus propias leyes y prácticas discriminatorias.
¿Qué deberías revisar?
- Políticas actuales de inclusión, diversidad e igualdad.
- Cultura organizacional. Es decir, la misión, visión y valores de tu empresa, así como las prácticas y comportamientos instalados.
- Características de tu nómina de empleados. Entender cómo está compuesto tu equipo y qué características tienen tus trabajadores. La pregunta en este punto debería ser ¿qué tan diversa es tu fuerza laboral?
- Reclutamiento y selección. En este punto, es necesario analizar si existen sesgos o prejuicios que hagan que la decisión final sobre los candidatos se base en criterios discriminatorios. Claro que esto no es fácil de averiguar, para ello el trabajo anterior puede ser muy útil, ya que puedes tener una imagen completa de cómo funcionan las cosas dentro de tu empresa.
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Ejemplos de discriminación positiva
Una vez hecho el diagnóstico en tu compañía ahora sí ya puedes definir qué medidas de discriminación positiva aplicar. Claro que eso dependerá también de las características propias de tu equipo, de los procesos y procedimientos que se ejecutan en tu organización y de la adecuada implementación de estas acciones.
Te dejamos algunos ejemplos de discriminación positiva que aplican ciertos países y empresas para que te inspires:
Sistema de cuotas o cupos
Como mencionamos al hablar de las legislaciones de Argentina y Chile, uno de los ejemplos de acción positiva más conocidos es el sistema de cuotas o cupos. ¿Qué quiere decir esto? Consiste en tener un número de vacantes o puestos reservados para ciertos grupos. Mujeres, personas con discapacidad, minorías étnicas, etc.
La clave de esta iniciativa es equilibrar la nómina de trabajadores y crear un equipo diverso. Algo que, por cierto, puede ser muy enriquecedor. No siempre es necesario asignar un cupo específico a cada colectivo, pero sí se requiere la revisión de las contrataciones que realizas en tu empresa. Para ver si estas se enfocan siempre en el mismo grupo. O si, por ejemplo, en roles de liderazgo en tu organización solo hay hombres.
Crear planes de desarrollo y crecimiento para todo tu personal puede ser una excelente iniciativa para erradicar estas malas prácticas. Al mismo tiempo, puedes llevar adelante procesos de reclutamiento interno destinados exclusivamente para mujeres para cubrir posiciones donde haya desbalance.
Bonificaciones en la contratación
Este es otro de los ejemplos de discriminación positiva que encontramos en las legislaciones de Latinoamérica. En este caso, las contrataciones a personas pertenecientes a algunos grupos supone una bonificación de la carga impositiva que pagan las empresas. Esto ocurre en Colombia, que ofrece ciertos beneficios a las organizaciones que contratan personas con discapacidad.
¿Cómo se aplicaría esto en una empresa? En principio, revisando si existen esta clase de beneficios en la legislación de tu país. Por lo general, estas sirven como estímulo para dinamizar ciertas contrataciones. Teniendo en cuenta que algunas compañías necesitan ese impulso para tomar la decisión de sumar personas diversas. Lo interesante es todo lo que se puede transformar tu empresa al incorporar prácticas más inclusivas.
Becas
Otra forma de discriminación positiva es el sistema de becas. En este caso, se le brinda recursos económicos a algunas personas para que puedan acceder a educación.
Aquí podemos mencionar el ejemplo de Ralph Lauren. La empresa creó el programa Desarrollo para empleados diversos (DEI) que, en principio, busca formar a todo el personal sobre prejuicios inconscientes, microagresiones y prácticas discriminatorias en la empresa. En segundo lugar, ofrece formaciones totalmente gratuitas y exclusivas para las personas trabajadoras afroamericanas que forman parte de la empresa.
Siguiendo estos ejemplos, hay muchas iniciativas de discriminación positiva que se puede implementar en una organización. La formación en liderazgo para mujeres es una de las iniciativas que algunas compañías están adoptando para romper el famoso techo de cristal y aumentar la cuota femenina en posiciones de mando.
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Pruebas físicas diferenciadas
Hay empleos que, por las características del trabajo a realizar, requieren que los candidatos realicen una prueba física. El ingreso al cuerpo de bomberos o fuerzas de seguridad son claros ejemplos de ello.
Ahora bien, en estos casos, en muchos países la legislación contempla que el acceso a esas vacantes sea mediante pruebas diferenciadas entre hombres y mujeres. También se adaptan los ejercicios para que todas las personas que participen lo hagan en igualdad de condiciones.
Piensa cómo puedes replicar esto en tu empresa. Quizás no necesites hacer pruebas físicas, pero tal vez tus procesos de selección incluyen alguna actividad que deja en desventaja a ciertos grupos. Lo ideal es ajustar el proceso para que todas las personas tengan las mismas posibilidades de ser consideradas en las distintas etapas del reclutamiento y selección.
Seleccionar candidatos
La discriminación positiva también se puede utilizar en un proceso de selección frente a dos candidatos igualmente calificados. En este caso el criterio sería entre dos personas adecuadas para el trabajo elegir aquella que pertenezca a una minoría o grupo menos representado.
El objetivo sería diversificar la fuerza laboral y darle las mismas oportunidades que cualquier otra persona. Dado que cumple con las exigencias del puesto.
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¿Cómo se puede evitar la discriminación en el trabajo?
Aunque se han hecho algunos avances y hoy estas prácticas son condenadas formalmente en casi todo el mundo, todavía queda mucho por hacer. Pero lo que está claro es que eliminar la discriminación laboral es responsabilidad de todos.
De acuerdo con la OIT los Estados tienen la obligación de prohibir las prácticas discriminatorias y establecer leyes firmes y políticas encaminadas a promover la igualdad de oportunidades en el trabajo. Pero las organizaciones también deben hacer su parte. Una de las claves para evitar la discriminación laboral consiste en identificar y combatir estas prácticas en las empresas.
Para ello, como ya dijimos, se requiere un riguroso análisis de lo que está pasando actualmente en las empresas. Está claro que esto es factible en la medida en que cuentes con los recursos adecuados. Esto es, por un lado la tecnología necesaria y, por el otro, el tiempo.
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